13 de enero de 2010

La dama del perrito, Chéjov

En estos días he releído La dama del perrito, el cuento de Antón Chéjov. Teníamos que hablar sobre puntos de giror en el taller y este era el ejemplo elegido. Cosas del azar, la memoria o las asociaciones proustianas, té mediante, fue leer el título y acordarme de una reseña que había escrito Eloy Tizón sobre este cuento en El País. Excelente, muy genuina, como cualquier reseña o ensayo suyo con que me he topado. Da gusto leerle cuando comenta cómo escriben otros (me viene ahora a la mente, por ejemplo, una reseña suya sobre un libro de viajes de Sterne en Revista de Libros, también sugerente y personal).

En fin, y volviendo al asunto inicial, he hablado unos segundos con el dios Google y enseguida ha aparecido el comentario tizoniano sobre La dama del perrito. Lo rescato aquí para no perderlo de vista y por si alguien tiene curiosidad. Me gusta eso de que la protagonista quizá huela a ciprés y café, y cómo eso lo lleva a pensar en verticalidad y en un luto estilizado, y las reflexiones que de ahí va derivando. También me gusta cómo empieza el artículo, por el nombre "breve y simétrico" de ella: Anna. Hasta para escribir reseñas, Tizón tiene pulso de narrador.

. Artículo de Eloy Tizón: clic aquí.
. Cuento de Chéjov: clic aquí.

PD: La foto la tomé prestada y sin ánimo de lucro de este sitio. El pintor se llama Giovanni Boldini.

3 comentarios:

  1. Hola¡
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  2. ¡Hola Rubén! Buena oportunidad para releer el cuento, gracias. Y me gustó también lo de ciprés y café y lo de que todas sus heroínas son las mismas mujeres "nerviosas y modernas".
    Nos dejaste con la intriga sobre el momento de giro :(

    Cariños, F

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  3. Fernandísima Fernanda:

    Dichos los ojos... ¿Vio? Estos amores decimonónicos a la rusa dan para bastante, incluso para mojar cipreses en tazones de café, como si fueran galletas que comer o un perfume que extenserse por la piel. En fin, cosas chejovianas.

    ¿Cómo que intriga con los giros? ¿Pero no andaba usted trabajando en un libro sobre escritura? ¡Pero sí se lo sabe mejor que yo...!

    Un abrazo.

    PD: Yo diría que en el embarcadero y frente al espejo pasan cosas...

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